Cómo entendemos el crecimiento

lunes, 5 de julio de 2010

Cuando en diciembre del 2009 nos reunimos con Jose a definir los objetivos del 2010 decidimos que teníamos que poner el foco en madurar.

Pero, qué significaba en ese momento “madurar” para nosotros ? Para el tamaño de organización que tenemos y por los lineamientos que seguimos, lo que buscábamos era lograr un crecimiento de la empresa pero no medido en este caso en cantidad de integrantes o en monto de facturación, sino en base al crecimiento profesional y desarrollo personal de todos los integrantes del equipo de Tercer Planeta.


Help, I need somebody!

Para quienes no somos especialistas en coaching y tenemos un perfil más técnico, el objetivo se presentaba como un gran desafío y sabíamos también que nos embarcábamos en un trabajo de largo plazo que implicaba grandes cambios individuales y en el grupo.

Estaba claro que para poder llevar a cabo esta tarea necesitábamos contactar a especialistas en el tema y fue así que acudimos a Pablo Fondevila y su empresa “Nuevas Miradas en Organizaciones”, quien junto con Carola Herrscher y Marisa Bergés se dedican al Coaching Ontológico . Con ellos empezamos a transitar este camino desde hace 6 meses.


Algunos caminos a seguir

Uno de los aspectos que comenzamos a abordar es tratar de lograr una convergencia entre la vida personal y la laboral ¿cómo pensar que con la cantidad de horas que compartimos en la oficina ambos entornos marchan cada uno por un “carril exclusivo” sin tocarse en ningún momento?
Es lógico entender que estas dos “vidas” se cruzan en varios puntos pero no nos resultaba tan lógico hacer visible y poner un esfuerzo claro y público en juntarlas y complementarlas.


Y para qué querríamos hacer esto? Una de las respuestas que encontramos a esta pregunta es que creemos que la realización de las personas debe ser algo integral, el desarrollo personal y profesional implica poder mostrar los logros, tomar nuevos compromisos, cerrar etapas, explorar nuevos caminos, descubrir y explotar nuestras habilidades.

Por otro lado, aceptar la influencia que las emociones tienen en nuestras vidas es fundamental para entender algunos comportamientos: por ejemplo, aclarar que estamos viviendo un momento difícil o que tenemos algo importante que resolver puede evitarnos conflictos de comunicación si encontramos un ámbito donde nos sintamos cómodos para declararlo y los demás entiendan el por qué de ciertas actitudes.

Entender cuán valioso es el esfuerzo de alguien por terminar una carrera o por emprender nuevos retos, por ejemplo, nos anima a fomentar ese tipo de logros, que sin duda, redundarán en valor para los objetivos de la empresa.

Cómo hacer entonces para acercar estos dos mundos y lograr que se retroalimenten ? O que el trabajo sea un medio más a través del cual alcanzar objetivos personales ?
Cómo hacer que la "vida de la oficina" no genere trabas en la vida privada ? O que la vida privada (logros, alegrías, tristezas) puedan ser, de alguna manera, compartidos, apoyados y comprendidos por la empresa?

Estas fueron algunas de las dudas que empezaron a surgir. Dudas que, gracias a las herramientas que nos van dando quienes nos acompañan (talleres, entrevistas individuales periódicas, consejos para la organización de eventos internos y externos, etc.), empezaron a disiparse.

Puede asombrarnos pensar que con pequeños cambios o con la creación de ámbitos de discusión de cosas simples y concretas, es absolutamente posible y realizable encarar el tema.

De la misma manera las charlas individuales para desarrollo personal nos están abriendo los ojos a nuevas posibilidades de solución de conflictos, de aprovechamiento de las capacidades de cada uno, de alineamiento con los objetivos y visión de la empresa, de comunicación, de roles, etc.


Esfuerzo vs. Beneficios

Según mi opinión, el mayor desafío en este emprendimiento está en saber incorporar y mantener estos valores. Lo cual implica un trabajo de replanteo individual, de delegación de tareas, de acompañamiento, de promoción de la creatividad, de generación de espacios de intercambio, entre otras cosas.

Creo que el entender que estos procesos implican pensar a largo plazo, esfuerzo y modificaciones en la mentalidad, en las costumbres, en las estructuras y en la mirada con que enfocamos las cosas, es una de las principales claves para obtener buenos resultados.

Ahora, sin dejar de lado un enfoque más “empresario”, qué beneficios veo en estos cambios en relación con la organización y la productividad ?

• Mayor compromiso de todos
• Mayor motivación
• Mejoramiento del ambiente laboral
• Mayor confianza entre los miembros del equipo
• Mejoras en la comunicación
• Hacer que los objetivos y la visión de la empresa sean sostenibles en el tiempo

Me animo a decir también que todo este “movimiento” trasciende los límites de la empresa y repercute en la relación con nuestros clientes, quienes, en definitiva, se benefician con los resultados que un equipo de trabajo motivado y “en sintonía” es capaz de producir.


Vale la pena?

Considero que para empresas como la nuestra, donde el capital humano es considerado uno de los puntos más importantes, la inversión en este tipo de emprendimientos está más que justificada y muestra sus frutos en muchas áreas.

Finalmente, creo que para “poner a rodar la maquinaria” en todo esto, el principal motor es ver y reconocer la importancia que tienen estas cuestiones en nuestra vida cotidiana, cualquiera sea el carril por el que marche.